El almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), llegará a Argentina la próxima semana para una visita oficial de tres días en la que se reunirá con autoridades del gobierno nacional y de las Fuerzas Armadas.
De esta manera Estados Unidos da continuidad a su desfile de funcionarios en la Argentina para asegurar que el gobierno de Javier Milei le de prioridad a los intereses Washington en nuestro país. La semana pasada estuvo el Secretario del Tesoro Scott Beseent y dejó un listado con exigencias que el gobierno libertario comenzó, solícito, a cumplir a rajatabla.
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Holsey se reunirá con el ministro de Defensa, Luis Petri, y con el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General Xavier Isaac, entre otros funcionarios para «reforzar la cooperación militar bilateral con énfasis en la seguridad regional y los intereses comunes».
La visita se da en momentos en que Estados Unidos lazó una guerra comercial con China mientras busca reducir la influencia del gigante asiático en su «patio trasero».
Durante su estadía, Holsey también viajará a la ciudad de Ushuaia, donde visitará la base naval local para conocer en detalle las operaciones militares en el sur del país y el papel de esa guarnición en la protección de las rutas marítimas estratégicas para el comercio internacional.
scott bessent milei
La semana pasada Bessent, por ejemplo, exigió entre otras cosas que la Argentina flexibilice la importación de bienes de capital usado, cosa que la Casa Rosada lo hizo apenas unas horas más tarde al bajar las alícuotas al día siguiente. La lista de exigencias a cumplir es el requisito que exige Washington para otorgarle al gobierno argentino una línea directa de crédito en caso de que hubiera un shock internacional. Entre estas exigencias se encuentra suspender el swap con China.
“Si Argentina lo necesita, en caso de un shock externo y si Milei mantiene el rumbo, estaríamos dispuestos a utilizar el FSE”, dijo Bessent en referencia al Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro de Estados Unidos.
Ahora la visita de Holsey promete llegar con nuevas exigencias.
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