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El gobierno homologó la paritaria de la UOM: cómo queda el sueldo de empleados metalúrgicos

Al borde del dictado de un paro nacional, el ministerio de Capital Humano, a través de la secretaría de Trabajo, homologó la paritaria de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para los trabajadores y trabajadoras de la Rama 17, bajo el convenio colectivo de trabajo 260/75. La importancia de la autorización del acuerdo radica en que algunas empresas no estaban cumpliendo en la liquidación de la mejora salarial.

Según se informó, la homologación se aplicó a través de la disposición 1769/2025 de la dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, de la secretaría de Trabajo, en base a las actas paritarias firmadas por la UOM y las cámaras de la actividad (ADIMRA, AFARTE, CAIAMA, FEDEHOGAR, AFAC y CAMIMA).

De cuánto es y cómo se aplica la mejora salarial

El incremento contempla un aumento de sueldo del 7,6 por ciento en cinco tramos y sumas fijas no remunerativas, para los trabajadores y las trabajadoras bajo el convenio colectivo de trabajo 260/75 y se dividió de la siguiente manera:

  • 3,3% a partir del 1 de abril, más suma fija no remunerativa de $30.000.
  • 1,2% a partir del 1 de mayo, más suma fija no remunerativa de $25.000.
  • 1,1% a partir del 1 de junio, más suma fija no remunerativa de $25.000.
  • 1% a partir del 1 de julio, más suma fija no remunerativa de $25.000.
  • 1% a partir del 1 de agosto, más suma fija no remunerativa de $25.000.

Además, se fijó una base de cálculo futura con una suba del 3,14% en septiembre.

En ese marco, se confirmó el nuevo valor hora para la categoría ingresante de la Rama 17, que fue de 3.514,91 pesos desde el 1 de abril y de 3.783,71 pesos desde el 1 de septiembre. El resto de las categorías reciben incrementos proporcionales.

A su vez, se aseguró la actualización del Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR), que garantiza un piso mensual para quienes cumplan la jornada completa. Este mínimo quedó en 877.796 pesos en abril, escalando mes a mes hasta llegar a 909.114 pesos en agosto.

Negociaciones complicadas y cuestiones políticas

El gobierno demoró dos meses en homologar la paritaria, donde se mezclan cuestiones económicas, pero también componentes políticos. La Casa Rosada considera al titular de la UOM, Abel Furlán, como un enemigo del modelo. El dirigente tiene además un prolongado enfrentamiento con uno de los principales referentes de la actividad, Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint.

La postura del Ejecutivo provocó la reacción del consejo directivo de la UOM. Tras una serie de reclamos, los metalúrgicos se movilizaron la semana pasada a la sede de la secretaría de Trabajo en Alem al 600, y amenazaron con profundizar las protestas si no había una solución inmediata. Desde Trabajo justificaban la falta de homologación porque la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA) «observó el acuerdo».

Furlán recordó que «hace dos meses acordamos con el sector empresario una suba salarial hasta agosto y todavía no he podido obtener la homologación. El salario no alcanza para garantizar el plato de comida» y remarcó: «Nos ponemos de acuerdo con los empresarios, a duras penas, por las dificultades de la economía, y la Secretaría ni siquiera se digna a homologar lo que las partes celebran».

Furlán sostiene que hay un proceso de «desindustrialización»

Por otra parte, Furlán advirtió sobre el proceso de «desindustrialización». Señaló que «nosotros, por ser el gremio industrial más importante de la Argentina, estamos sufriendo consecuencias: la caída de la actividad, cierre de pymes. Hoy es mucho más común ver a los empresarios pensando en convertirse en importadores que estar profundizando una inversión en su planta».

También cuestionó la política de precios y el tipo de cambio. Se expresó en contra de las devaluaciones y, en su lugar, propuso una corrección integral de precios relativos. Afirmó que «hoy sale más barato comer en París que comer en la Argentina», explicando que esta distorsión destruye tanto el poder adquisitivo de los salarios como la competitividad de las pymes.

Manifestó que «la solución para la Argentina es que sea competitiva a partir de que los precios relativos se acomoden». Sobre una posible baja de impuestos, se mostró a favor de la intervención directa del Estado en la fijación de precios, especialmente en insumos industriales que tienen «un impacto fenomenal» en toda la cadena productiva.

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