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Proponen cambiar una ley impositiva para facilitar el regreso de futbolistas argentinos que juegan en el exterior

La Argentina enfrenta una paradoja: mientras busca recuperar a los talentos que emigraron —futbolistas, técnicos, científicos, artistas y empresarios—, su régimen fiscal les pone un freno. Si un argentino que reside en el exterior regresa al país y permanece más de seis meses, automáticamente es considerado residente fiscal pleno. ¿El resultado? Debe tributar impuesto a las ganancias y bienes personales no solo por lo que genere en el país, sino también por todo lo que posee y produce en el exterior. Esa carga impositiva, que no alcanza a los extranjeros en igual situación, desalienta el regreso y empuja a muchos a mantenerse lejos.

Otros vuelven porque les tira más la parte afectiva o porque ya han pasado muchos años fuera del país, y como los futbolistas vienen a terminar sus carreras a la Argentina. Así es el caso de los campeones Ángel Di María y Marcos Acuña, entre otros, que después de sus carreras internacionales, decidieron pegar la vuelta.

En este contexto, la diputada nacional Germana Figueroa Casas, del PRO, presentó en julio pasado un proyecto de ley destinado a subsanar una omisión en el régimen impositivo vigente, la cual desincentiva el regreso de profesionales argentinos del exterior. Dicha omisión implica una desventaja fiscal para los argentinos que deciden volver al país, al tiempo que otorga beneficios a los trabajadores extranjeros que se radican temporalmente en la Argentina.

El proyecto se presentó en julio y ahora lo tiene que tratar la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Si avanza sin modificaciones, va al Congreso. Aún no hay fecha todavía para tratarse en comisión

Actualmente, si un futbolista extranjero firma contrato para jugar en un club argentino, durante su estadía (siempre que sea menor a cinco años) es considerado “no residente” a efectos del impuesto a las ganancias y bienes personales, lo que significa que tributa sólo por sus bienes e ingresos en el país, no por lo que posee en el extranjero.

En cambio, si un argentino residente fiscal en otro país -como Lionel Messi o Ángel Di María- vuelve a jugar al fútbol en la Argentina, a los seis meses de estar trabajando aquí ya es considerado residente pleno y está obligado a tributar también por todos los bienes y rentas que posea fuera del país.

Tal como está ahora, Marcos Acuña que regresó al país hace 11 meses para jugar en River ya está tributando por sus bienes de afuera también. Y así le pasará a Ángel Di María, recién llegado a Rosario Central, cuando pasé los 6 meses de residencia acá (en principio, tiene firmado un contrato por un año).

“La redacción vigente de la normativa contempla únicamente a personas de nacionalidad extranjera cuya presencia en el país obedezca a razones laborales y cuya permanencia no supere los cinco años, excluyendo a ciudadanos argentinos que hayan perdido su residencia fiscal, a pesar de encontrarse en idéntica situación objetiva”, explica la diputada.

En ese sentido, advierte: “Esto genera un fuerte desincentivo a que argentinos que han logrado desarrollarse fuera del país vuelvan a trabajar a la Argentina. Se ahuyenta la vuelta más prolongada de nuestros talentos deportivos, artísticos, científicos y empresariales por culpa de una voracidad fiscal ansiosa e injusta”.

Frente a esta situación, la diputada presentó una reforma al inciso “c” del artículo 123 de la Ley del Impuesto a las Ganancias, que propone cambiar el término “extranjeros” por “personas que no hayan sido residentes fiscales en Argentina durante los últimos cinco años”.

“Argentinos y extranjeros tendrían exactamente el mismo trato y el país podría recuperar talento propio en lugar de castigarlo -señaló Figueroa Casas-. Las leyes impositivas deben basarse en la equidad, y acá se está dando un beneficio a los extranjeros por serlo y no a argentinos que pueden estar en la misma condición. La idea es plantearlo para que un argentino, científico, deportista o quien fuera, que viva en el exterior, pueda venir por un contrato a la Argentina durante cinco años y ser tratado como no residente, siempre que cumpla con los requisitos”.

La iniciativa busca dar una señal concreta para facilitar el regreso de argentinos altamente calificados, que podrían aportar con su experiencia y formación al desarrollo del país. Los casos de Messi y Di María evidencian con claridad el problema, pero la trampa fiscal alcanza a miles de profesionales, técnicos, artistas y empresarios que, de no mediar esta reforma, tienen más incentivos para mantenerse lejos del país.

Al respecto, concluye Figueroa Casas: “La implementación de este criterio puede contribuir a fomentar el regreso temporal de ciudadanos argentinos altamente calificados que residen en el exterior, favoreciendo la transferencia de conocimiento, el intercambio profesional y el desarrollo de actividades de interés económico y estratégico”.

SN

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