Durante uno de sus últimos conciertos en Marbella, Juan Magán fue protagonista indirecto de un momento político explosivo. En la discoteca Fitz, el público comenzó a corear insultos contra el presidente Pedro Sánchez, mientras el DJ catalán respondía con una sonrisa amplia y una carcajada sin disimulo.
Lejos de cortar la escena o pronunciarse en contra, Magán intercambió miradas cómplices con algunos asistentes y hasta recibió un comentario al oído que lo hizo reír. La multitud, con los celulares en alto, grabó el momento exacto en que el artista celebraba, con gestos y silencios, los improperios hacia el jefe del Ejecutivo.
Vito Quiles comparte imágenes del show de Juan Magán y los insultos a Pedro Sánchez por parte del público.
Un gesto repetido: no fue la primera vez
La escena recordó a otro episodio que ocurrió en junio, cuando Juan Magán se presentó en el Festival Puto Latino, en Arganda del Rey (Madrid). Aquella vez, los insultos al presidente también se hicieron presentes y el DJ, lejos de condenarlos, detuvo el show, acercó el micrófono al público y soltó: “Yo no puedo decir esas cosas, pero…”.
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Ese gesto, ambiguo pero cargado de intención, provocó una ola de críticas en redes sociales. Muchos lo acusaron de fomentar el odio desde el escenario, escudándose en el fervor del público para no responsabilizarse del contenido de los cánticos.
Sin embargo, Magán evitó una respuesta directa y dejó que su complicidad corporal dijera todo lo que sus palabras no dijeron.
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Juan Magán y el contundente gesto hacia Pedro Sánchez.
Otro caso reciente: los dichos de Mägo de Oz
El caso de Juan Magán no fue aislado. La escena musical española vivió semanas convulsionadas luego de que el guitarrista de Mägo de Oz, Víctor de Andrés, lanzara insultos aún más explícitos desde el escenario durante un concierto en Llanera (Asturias).
“Me cago en tus muertos, Sánchez”, gritó el músico, junto con frases polémicas sobre drogas y prostitución vinculadas al caso Koldo. El escándalo fue tal que el Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa, gobernado por el PSOE, canceló el show que el grupo iba a dar en las Fiestas de San Roque.
La banda intentó bajar el tono de la polémica días después, pero el daño ya estaba hecho. La utilización de los escenarios para lanzar mensajes de odio —explícitos o implícitos— volvió a estar en el centro del debate público.
Juan Magán, muy popular en países de habla hispana por su mezcla de pop y ritmos latinos, ha construido una carrera ligada a la fiesta y la pista de baile. Pero sus últimas apariciones dejaron claro que también puede ser parte, aunque sin decirlo, de un mensaje político. En Argentina, donde el DJ tiene una base de fans importante, su sonrisa se interpretó como algo más que una reacción espontánea.
Fue una declaración silenciosa, pero efectiva.