Por segunda jornada consecutiva, el Banco Central logró cerrar la rueda con un saldo favorable. Esta vez compró US$ 47 millones y acumula US$ 102 millones en lo que va de la semana y US$ 224 millones en julio.
Estas compras se dan en un escenario de relativa estabilidad de los dólares financieros, que vienen mostrando variaciones mínimas en las últimas tres ruedas. Así, el blue subió cinco pesos y se quedó en $ 1.445, mientras el MEP cerró a $ 1.325, con una baja de 0,6%, y el contado con liqui en $ 1.337, con un alza de 0,6%.
En tanto, las reservas internacionales aumentaron en US$ 10 millones, a US$ 27.432 millones, luego de haber alcanzado el lunes un mínimo de US$ 27.146 millones, el monto más bajo desde el 27 de marzo. Desde que arrancó el nuevo gobierno, el Central compró US$ 17.463 millones.
Los bonos cotizaron mayoritariamente al alza, con subas en torno al 1%. Esto permitió que el riesgo país cediera un escalón más y se ubicar en 1.551 puntos básicos, una caída de 1,5%.
La persistente baja del riesgo país mete una pausa en la escalada que había mostrado el indicador del JP Morgan que mide el costo de la deuda argentina la semana pasada.
Después del anuncio de que el Gobierno intervendría en el mercado de los dólares financieros para achicar la brecha cambiaria, los bonos empezaron a caer y el riesgo país a subir.
Esto se debió a que a inversores les preocupó que el Gobierno priorizara la baja de la brecha y la inflación antes que la acumulación de dólares para fortalecer las reservas y contar con divisas para pagar la deuda.
Así, mientras en pocos días los dólares alternativos bajaron 100 pesos en promedio y la brecha cedió de 60% a 42%, el riesgo país se fue de 1.511 puntos a 1.595, para luego ceder a 1.551.
«Los bonos buscan extender el repunte a través de mejoras promedio del 0,7% en sus cotizaciones en dólares entre las principales referencias, con el riesgo país aflojando otro escalón, dado que aquí también algunos inversores creen que podría llegar a abrirse una ventana luego del castigo reciente, a lo cual se suma la positiva lectura que dejó el eventual REPO a fin de rollear los pagos del 2025″, indicó el economista Gustavo Ber.
El analista hace referencia a los dichos del presidente Javier Milei, que el viernes pasado dijo que los vencimientos de la deuda se pagarán «como sea» y abrió la posibilidad de usar un REPO, un mecanismo que permite acceder a un crédito con el oro o bonos como garantía.
«Ante las nuevas herramientas monetarias, e intervenciones en algunas ruedas detectadas por los operadores, es que la brecha cambiaria viene buscando estabilizarse en la zona del 45%, un nivel que luce aún elevado más allá de haber aflojado desde el 55% inicial», señaló Ber.
«Una contracción adicional podría llegar a corto plazo por una profundización de las ventas -aunque con mayor presión sobre las reservas- o elevando la tasa para mejorar el atractivo de las colocaciones en pesos, así como más a mediano plazo al sostenerse en el tiempo un superávit fiscal y un apretón monetario que encamine hacia una gradual salida del cepo», remarcó.