La inflación en Estados Unidos es un tema que mantiene expectantes a los consumidores de cara a una nueva gestión. Las proyecciones para 2025 apuntan a que ciertos productos mantendrán la tendencia al alza mostrada durante el último tiempo debido a factores como aranceles comerciales, interrupciones en la cadena de suministro y condiciones climáticas adversas. Estudios recientes del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) permiten delinear un panorama más claro sobre lo que serán estas subas, principalmente las de los alimentos, durante los próximos meses.
Según el informe oficial, el Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) de los comestibles aumentó un 2,4% entre noviembre de 2023 y el mismo mes de 2024. Para 2025, se prevé un incremento promedio del 1,9%, con diferencias significativas entre los bienes consumidos en el hogar y fuera de este. Mientras que los productos de supermercado podrían subir un 0,8%, los alimentos en restaurantes podrían experimentar un aumento de hasta el 3,5%.
Aunque el ritmo inflacionario será menor al de años anteriores, ciertos productos básicos serán nuevamente afectados de manera considerable.
Las tarifas arancelarias que implemente la administración de Donald Trump podrían repercutir en los precios de productos importados. Con cargas del 25% para bienes provenientes de Canadá y México, y del 10% para productos chinos, se espera un impacto directo en una amplia gama de alimentos, según señaló GoBankingRates.
Frente a esas promesas, la directora del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, Lael Brainard, dijo que esta iniciativa tendrá “imprevisibles” efectos en las cadenas de suministro. La actual funcionaria de la administración saliente de Joe Biden, indicó que “los fabricantes estadounidenses se apoyan en importaciones para algunas partes de su producción diaria”. “Por lo tanto, podría verse un real y masivo cambio en su estructura de costos, que llevaría a un masivo incremento de sus precios” de venta, añadió.
Productos afectados, según su origen
Estas alzas podrían tener un impacto desproporcionado en los hogares con menores ingresos, que destinan un porcentaje mayor de su presupuesto a alimentos. Estos consumidores deberán ajustar sus presupuestos para afrontar los aumentos previstos en productos esenciales.
Elementos como la fluctuación del dólar, los costos energéticos y posibles represalias comerciales podrían agravar la situación. Además, los desastres naturales como lluvias torrenciales que provocan inundaciones podrían alterar la producción de ciertos cultivos.
El huevo se posicionó como uno de los alimentos más afectados por los incrementos durante el último año. Como ejemplo, en noviembre de 2024, el índice promedio para carnes, aves, pescado y huevos subió un 1,7%. Sin embargo, este último registró por sí solo un aumento del 8,2%, según la información del gobierno. En tanto, respecto del mismo mes de 2023, el precio minorista tuvo una suba nada menos que el 38%.