De Concordia a Alpine, con parada en la Maratón de Reyes. Julián Odiard, un crack del running y la creatividad, volvió a sorprender a todos en la 46° edición de esta icónica carrera entrerriana. Esta vez, no salió vestido de Spiderman ni de Flash, como en años anteriores. No. Este año fue por todo: se puso el casco, el mono y salió a la pista full caracterizado como Franco Colapinto. ¡Y la rompió! Tanto que el propio piloto se tomó un ratito para saludarlo en redes: “Capo, ya de Alpine”, le escribió. Sí, un lujo.
Un runner con pasión por los disfraces
La Maratón de Reyes es conocida por la buena onda de los corredores, muchos de los cuales aprovechan para desplegar toda su creatividad. En esta competencia de 10 kilómetros que parte desde la intersección de Avenida San Lorenzo y Sarmiento y termina en el Corsódromo Atanasio Bonfiglio, podés ver de todo: reyes magos, Papás Noel, dinosaurios, personajes de historietas y hasta frutas y verduras a cuestas. Pero Julián lleva esto a otro nivel.
“Hace un par de años salí a correr con un amigo, ambos con pelucas, y la gente nos aplaudía. La pasamos tan bien que desde entonces, siempre busco hacer algo especial”, cuenta el corredor, quien el año pasado salió con la camiseta de Julián Álvarez y una máscara del Hombre Araña. Pero esta vez, la inspiración vino del mundo del automovilismo, y no de cualquier piloto, sino de Franco Colapinto, el joven de Pilar que está dando que hablar nuevamente con la noticia que sacudió a todo el país al sumarse a la escudería Alpine.
En Concordia, Julián Odiard decidió correr la Maratón de Reyes disfrazado de Franco Colapinto y el piloto lo sorprendió con un mensaje.
De Spiderman a Colapinto
“La idea se me ocurrió porque soy fanático de Franco y su historia me inspira mucho”, comenta Odiard, quien no dejó detalle librado al azar. Consiguió un mono de carrera gracias a contactos en el mundo del karting y, cuando ya tenía todo listo para lucir los colores de Williams, se enteró del cambio de equipo del piloto a Alpine. ¿Qué hizo? Ajustó los planes a último momento para estar a la altura. ¡Un fenómeno!
Incluso, Julián entrenó los días previos corriendo con el casco para asegurarse de que la indumentaria no le jugara en contra durante la carrera. Y el esfuerzo valió la pena. “La gente gritaba ‘¡Vamos Colapinto!’ y aplaudía. Fue increíble, me sentí en una largada de Fórmula 1”, relata emocionado. Para completar la escena, su hermano Luciano lo acompañó con una bandera argentina y los logos de Alpine, simulando ser su representante.
Franco Colapinto –
Julián Odiard que decidió correr la Maratón de Reyes disfrazado de Franco Colapinto
Video: La capital
El saludo de Colapinto que lo emocionó
La historia podría haber quedado ahí, como un divertido homenaje en una carrera local, pero la magia de las redes sociales hizo lo suyo. Al enterarse del gesto, Colapa no dudó en saludar al corredor. “Capoooo, ya de Alpine”, le escribió el piloto en Instagram, con un toque de humor. Julián no podía creerlo: “Jamás esperé que Franco me respondiera una historia. Tiene una gran humildad y se tomó el tiempo de enviarme saludos. Mi hermano se puso como loco”.
Y claro, la conexión entre ambos no es casualidad. Colapinto, con su corta pero impresionante trayectoria, se ha convertido en una figura que trasciende el automovilismo. Desde Pilar al mundo, el joven piloto ha despertado el entusiasmo de una nueva generación de fanáticos. No solo por su talento en la pista, sino también por su carácter y cercanía con la gente.
El piloto le respondió por Instagram al runner. (Foto: La Capital).
La Maratón de Reyes: un clásico con mucho color
El evento de Concordia no es solo una competencia atlética, sino una fiesta que celebra la creatividad y el esfuerzo. Cada año reúne a corredores de todas las edades y niveles, pero siempre hay lugar para lo inesperado. En este caso, fue el homenaje a Colapinto lo que se robó todas las miradas y comentarios, destacando que la pasión por el deporte no tiene límites.
Para Julián, la vara quedó bien alta: “Veremos qué traje elijo el año que viene. Es difícil superar esto, pero siempre se me ocurre algo”, dice entre risas. Y para Franco, este es solo otro ejemplo del cariño y la admiración que despierta en Argentina y más allá. Porque cuando alguien como él llega a lo más alto, lleva consigo los sueños de todos los que lo siguen.
Colapinto ya es de Alpine.
¿La moraleja? Cuando se trata de pasión, creatividad y deporte, siempre hay lugar para una vuelta más de rosca. Julián lo sabe. Y Franco también…
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