InicioPolíticaVilca con Nico Guthmann: Esta política racista es para ir contra nuestros...

Vilca con Nico Guthmann: Esta política racista es para ir contra nuestros territorios y entregarlos

Alejandro Vilca estuvo en el programa TUGO de Nico Guthmann. El periodista le preguntó por la represión de todas las semanas en la marcha de jubilados, en la que el diputado del Frente de Izquierda recibió una fuerte descarga de gases lacrimógenos.

Nico Gutman:
— Vi unas fotos tuyas con el producto del gas lacrimógeno, toda la cara blanca, que estuviste en la movilización que se hace todos los miércoles, de jubilados. Y que yo venía contando: tiene como una cosa que está pasando, que es que ocurre todas las semanas. Todas las semanas hay represión, y hay una especie de naturalización de esa violencia. Así que quería, un poco, nada, darle un espacio para que charlemos del tema de fondo, y de qué fue lo que pasó ayer específicamente.

Alejandro Vilca:
—Bueno, eso es lo grave, ¿no? Que se naturalice, que esté bien reprimir, golpear, gasear a los jubilados. Para mí eso es terrible, más cuando los jubilados están pidiendo algo que es su derecho: que se reconozca su trabajo, su esfuerzo de tantos años, una jubilación digna. Este gobierno, lamentablemente, no solamente les quita los remedios —que ya es despreciable—, sino que los empuja cada vez más a la indigencia. Entonces, yo creo que es valioso lo que hacen todos los miércoles los jubilados. Se ha transformado en un símbolo de la resistencia de este momento, que yo creo que a nivel nacional es un punto de apoyo.

Nosotros, bueno, desde el Frente de Izquierda, no podíamos estar ajenos. Recordá que ayer, además, se dio en el marco de una sesión informativa, donde fue el jefe de ministros, Francos, a informar sobre la gestión. Estuvimos ahí junto con nuestros compañeros diputados: Nicolás del Caño, Chipi Castillo, Vilma, que asumió y Vanina.

Y bueno, como ustedes saben, siempre acompañamos la lucha de los jubilados. Después, en un lapso, salimos a acompañar la marcha de los jubilados en la vuelta al Congreso.

Y la verdad que siempre nos sorprende el fuerte operativo. Lo que ayer pasó fue algo raro, porque lograron los jubilados dar la vuelta al Congreso. Se hace el “semáforazo”, que es cuando se cambian los semáforos: se corta, se habilita, se cambia al rojo y se va a la otra calle. Algo pacífico, y después los jubilados se retiran.

Pero bueno, ayer, cuando se estaba haciendo ese movimiento, la policía avanzó. Con los escudos, con los palos, a golpear, incluso empujando a los jubilados arriba de los autos que estaban esperando pasar. Porque los jubilados querían correrse y que pasen los autos. La policía empezó a arremeter, y bueno, ahí cayeron varios jubilados y jubiladas. Yo estaba ahí cerca, ayudé a varios jubilados, y ahí es donde recibo el gas de forma directa en la cara.

Porque en general, cuando tira la policía, lo hace como rociando el gas lacrimógeno. Bueno, en este caso, me tiraron directo a la cara, y sobre todo sobre los ojos. Y agradecido por los que me atendieron. Pero es grave que esto le pase a los jubilados.

—Contame… Acá tengo una foto de cómo terminaste ayer. ¿Me contás un poco cómo es que te tiren ese gas en la cara? ¿Qué sentiste?

—Mirá, la verdad es como que te quema. Y aparte, como te digo, uno no va preparado para esto. La verdad que te pilla de sorpresa. Me dio en la cara, vi solamente el manchón rojo, colorado, que me llegó en la cara, y ahí ya perdí la visión. Casi trastabillo, casi caigo, me auxiliaron. Y ahí, cuando te entra en los ojos, empezás a congestionarte.

—¿Cómo es el efecto?

—Claro, porque te crea una irritación en toda la cara, en mi caso en los ojos, en las fosas nasales, y en la boca. Te irrita tanto que hay veces que te impide respirar. Y eso, a muchos, los descompone. Por eso hay mucha gente que se desmayó, otra que necesitó auxilio rápidamente. En mi caso, bueno, me auxiliaron, pude recomponerme un poco, después pude caminar, pero no podía ver. Me llevaron inmediatamente a la guardia del Congreso, donde me atendieron. Ahí me tiraron un líquido calcáreo para evitar las quemaduras y la irritación en todo el rostro, cuello y ojos. Y me derivaron al Hospital Santa Lucía, donde agradezco la atención urgente de los trabajadores, la verdad, muy buena.

—Y los lentes, ¿te los pusiste porque todavía estás muy sensible?

—Sí, sí. Me dieron cerca de 24 horas de observación, medicamentos, gotas, gel, unas pastillas para el dolor. Pero ya estoy mejor. Me pidieron que no me exponga mucho al sol ni a luces fuertes, así que me puse los lentes para evitar eso.

Pero bueno, más allá de todo esto, sé que me voy a recuperar. Imaginate, yo dentro de todo soy joven. Pero una persona mayor, que le pasa esto todos los miércoles… Es grave. Y no lo quiero naturalizar, porque esto ya es brutal. Lo de Patricia Bullrich es una brutalidad terrible. Ya lo vimos en todas las movilizaciones que se dieron frente al Congreso.

A nosotros, un compañero que fue asesor, Matías Fieri, abogado, que estaba en la plaza, también la policía le disparó con balas de goma a la cara y perdió un ojo. El caso de Pablo Grillo y tantos otros periodistas, trabajadores, jubilados que van a apoyar. Yo vi la misma situación. Pero yo creo que es la brutalidad de una ministra que piensa, o un gobierno, que cree que el ajuste solamente va a pasar con represión y metiendo miedo.

Yo creo que ahí se equivocan. Porque esto, más allá de crear miedo o temor, no conoce lo que son nuestros jubilados, nuestros trabajadores, que son realmente valientes, y no van a regalar ni sus derechos. Y menos si es sobre la izquierda, sobre mí. Esto no nos atemoriza, sino que nos da más fuerza. Y es un orgullo estar junto a los jubilados.

Espero recuperarme pronto para volver a las calles, a estar codo a codo con los jubilados y los trabajadores. Pero la verdad que es brutal. Brutal por el operativo, pero también brutal lo que pasó dentro del Congreso.

Muchas expresiones que después me contaron, y pude ver, de algunos diputados que la verdad que medio que lo festejaban. Diputados libertarios que festejaban la represión. Y sí, porque les brota ese desprecio a la vida, el odio xenófobo, racista.

— ¿Cuál fue la publicación de Lemoine? Perdón, que no la vi.

—No, que decía algo así como: “¿Otra vez reprimieron a Vilca? ¡Qué mal la policía! Tendrían que haberlo hecho con agua y jabón”. Como diciendo… bueno. De gente así…

— Bastante claro el concepto, ¿no? A ver, vos tenés una historia muy valiosa. Sos un laburante. Y aparte, digamos, yo diría… si vos mirás todo el Congreso, ves todas caras que no son de personas de tu contextura. Y yo encuentro un orgullo en que eso pase en el Congreso. Ahora, supongo que está bien preguntártelo en este contexto porque pesa sobre tu cuerpo. ¿Vos sentís esa discriminación por parte de tus colegas de la Cámara de Diputados? ¿De los medios en general?

—Mirá, se han repetido muchas expresiones. No te digo solamente de La Libertad Avanza, sino de otros bloques. Bueno, Pichetto nos tiene acostumbrados. Me ha tocado siempre pararle el carro, responderle, porque no podemos soportar más esta xenofobia, este racismo, el odio que tiene esta gente. Lo expresa públicamente, como estas publicaciones. No es la primera vez que también le respondo a Lemoine. Sino que también es una política.

Esto, vos te habrás dado cuenta, lo ves en la Asamblea de la ONU, donde no apoyaban ni siquiera los mínimos derechos de los pueblos originarios. Acá, contra el pueblo mapuche, reivindican la “Campaña del Desierto”. Bueno, esta gente no solamente no respeta los derechos de los jubilados, el derecho a estudiar, a una vivienda, sino que tampoco respeta los derechos de los pueblos originarios.

Entonces yo, como obrero de la recolección de residuos, como laburante del norte, del interior, marrón, coya, me siento orgulloso de estar y de levantar en alto la pelea de mi pueblo, pero también de los sectores oprimidos.

Hoy tenemos una partida muy grande: enfrentar a un gobierno que quiere que la Argentina sea una colonia más de los yanquis, de Donald Trump, y entregar todos nuestros recursos al FMI, a las grandes corporaciones. Esa es la otra pata de esta política racista: ir contra nuestros territorios, nuestros recursos, y entregarlos. Por eso hay que enfrentarlo, hay que organizarse.

Yo creo que la izquierda, y además todo lo que te decía —obrero, marrón, cola, y aparte de izquierda—, tampoco me atemoriza. Porque muchas veces ellos dicen: “Vamos a terminar con los vestigios de la izquierda.” Bueno, acá estamos. Damos debate dentro del Congreso, denunciamos todas las estafas que hacen ellos, los negociados, la compra y venta. Pero también estamos afuera, junto al pueblo trabajador.

Y yo creo que eso les duele. Porque, en última instancia, cuando hablan de la izquierda o de los reclamos populares, es porque le tienen miedo al poder de la clase trabajadora que se ponga de pie y demuestre su fuerza. Como lo hizo en diferentes marchas: la universitaria, la de la diversidad, el último paro. Lo que tienen miedo es de esto: que el pueblo trabajador se ponga de pie y le diga “basta” a este plan de ajuste de Milei y del FMI.

—Alejandro, gracias por charlar con nosotros un rato. Que te mejores, que estés bien.

—Dale, te agradezco un montón. Y bueno, agradecerle a todos los laburantes que ayer me auxiliaron. Y mandarle un saludo fuerte a todos los jubilados, que apenas me recupere voy a volver a estar ahí, junto a ellos. Así que fuerza a todos. Abrazo grande.

Más noticias

BARRIENTOS ARTURO (TITI)

Noticias Relacionadas