InicioDeportesKirsty Coventry, presidenta del COI: Cinco interrogantes olímpicos hacia el futuro

Kirsty Coventry, presidenta del COI: Cinco interrogantes olímpicos hacia el futuro

Nueve presidentes y 131 años pasaron para que por primera vez una mujer quede en la cúspide del Comité Olímpico Internacional. Kirsty Coventry, la exnadadora que consiguió siete de las ocho medallas olímpicas que logró Zimbabue en su historia, asumirá el próximo 23 de junio en reemplazo de Thomas Bach. Después de París 2024, en donde por primera vez hubo igualdad de género en cuanto a participación, y con vistas hacia Los Ángeles 2028, en donde Donald Trump estará en su último año de presidencia. ¿Cuáles son los desafíos y las posiciones que tomará Coventry como líder del movimiento olímpico? Cinco interrogantes para cuestionar a una institución que se caracterizó por sus resistencias a las transformaciones vinculadas al género, reforzando lógicas y dinámicas patriarcales.

1. La categoría femenina en discusión

Kirsty Coventry fue electa con 49 votos sobre un total de 97 en la 144 Sesión del COI celebrada en Grecia. Desde las narrativas oficiales del olimpismo, se enfatizó en ser la primera mujer en llegar a la presidencia. En este sentido, surgen preguntas por conocer: ¿Cuáles serán sus posicionamientos en un momento donde proliferan los cuestionamientos al orden binarista con que el olimpismo organiza las competencias?. Un ejemplo de esto fue el hecho inédito de la pesista neozelandesa Laurel Hubbard, la primera mujer trans en participar de unos Juegos Olímpicos, en Tokio 2020. Previo a su elección como presidenta, Coventry había declarado sobre la necesidad de proteger la categoría femenina al sostener que “las mujeres transgénero tienen mayor capacidad». Desde su resurgimiento moderno, el olimpismo ejerció una perspectiva masculina, binarista y biomédica para construir las legislaciones del más alto rendimiento deportivo. Inclusive su fundador, Pierre de Coubertin, entendía que el “auténtico” héroe olímpico era el adulto masculino individual. Esta visión se materializó en dispositivos y mecanismos de exclusión, persecución y expulsión sobre las mujeres y todas aquellas personas que no se han ajustado al modelo del atleta ideal del COI.

2- Los Ángeles 2028, entre los ataques de odio y el reconocimiento

En un contexto de reconfiguración geopolítica a escala global y avance de las expresiones de derecha, los esfuerzos por deconstruir el binarismo deportivo parecieran quedar obturados. En febrero pasado, Donald Trump firmó un decreto para excluir a las niñas y las mujeres trans de los deportes femeninos. La escena mostró al primer mandatario en el Salón Oval de la Casa Blanca rodeado de mujeres y niñas. En dicha ocasión, declaró: “Con esta orden, la guerra contra los deportes femeninos ha finalizado”. Sin embargo, el debate se reactualiza constantemente en la agenda. Pocos días atrás, la noticia de una esgrimista estadounidense que se negó a competir con una mujer transgénero alcanzó una difusión internacional. El argumento fue en sintonía con el decreto: «No voy a competir contra un hombre”.

Por su parte, el COI ha llevado adelante esfuerzos y transformaciones en materia de género para alcanzar la paridad deportiva e institucional. Justamente, los últimos Juegos Olímpicos París 2024 fueron los primeros en cumplir este objetivo. Aunque esto no significó una cita olímpica libre de tensiones. Los ataques de odio dirigidos a la boxeadora argelina Imane Khalif a través de la red social X (acusándola de ser una atleta trans) dan cuenta de la transfobia en el deporte y en la conversación pública en este momento. En este contexto, un desafío para Kirsty Coventry será construir un posicionamiento institucional sobre la inclusión de atletas trans.

3-¿Qué pasará con Rusia?

Hace tres Juegos Olímpicos que la delegación rusa no puede competir en su totalidad. En Río 2016 un tercio de los clasificados no pudo participar debido a que el COI decidió vetarlos. Según la Agencia Mundial de Dopaje habían sido parte de un programa de dopaje organizado por el Estado ruso. En Tokio 2020 los atletas pudieron competir bajo el nombre de Comité Olímpico Ruso, pero con un uniforme neutral y sin la bandera de su país. Una vez que se levantaron estas sanciones en París 2024 los deportistas de Rusia solo pudieron competir como Atletas Individuales Neutrales debido a la exclusión impuesta por la guerra con Ucrania. Coventry ha expresado que quiere reconsiderar la readmisión de Rusia en los próximos Juegos Olímpicos, pero haciendo la evaluación individual de cada caso. También, cuestionó que esta postura es inconsistente con la situación en otros países, especialmente en África. En el país afectado ven con buenos ojos esta renovación en el COI.

4. ¿Realmente se rompió el techo de cristal?

En la comunicación oficial del COI se resalta la condición de mujer de Coventry, pero además se agrega su procedencia: “mujer y africana”. Esto pareciera, por lo menos, presentar una contradicción. Coventry es una mujer blanca y con una belleza hegemónica proveniente de un país y un continente de raza negra, históricamente padecedor de las opresiones y las injusticias de un reparto global desigual. Es decir, una institución profundamente europea y representativa de los intereses del Norte Global (como lo es el COI) por primera vez elige como presidenta a una mujer de origen africano. Pero no es una figura representativa del Sur Global sino es alguien perteneciente a los sectores sociales más poderosos de su país. Lo que da cuenta de las condiciones de privilegio necesarias para ser parte de la esfera institucional del olimpismo.

5- Cambios en el programa olímpico y paridad de género

En la segunda edición de los Juegos Olímpicos, en París 1900 sólo 22 de los 997 deportistas fueron mujeres. Incluso en Atenas 1896, cuenta la leyenda que Stamata Revithi quiso correr el primer maratón de la modernidad y al ser rechazada, realizó el recorrido al día siguiente. Recién en París 2024 se logró la paridad de género entre atletas. El arribo de Coventry a la cima del COI también llega en un momento en el que se confirmó que por primera vez en Los Ángeles 2028 habrá mayor cupo femenino. 5333 mujeres y 5167 hombres serán parte de la cita olímpica. Si bien estas modificaciones contribuyen a la igualdad de género y a romper con algunas tradiciones de la élite del movimiento olímpico, con las recientes reformas refuerza su perspectiva de inclusión binarista, ampliando el cupo para atletas mujeres pero sin posicionarse con respecto a las atletas trans. 

Con la asunción de Kirsty Coventry a la presidencia del COI, será interesante observar qué decisiones toma en un momento en el que la agenda olímpica transita entre la adaptación a los nuevos tiempos y las históricas resistencias de la institución. 

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