River tuvo un primer tiempo para el recuerdo ante Vélez. Hizo tres goles en 20 minutos, uno de Facundo Colidio y dos de Miguel Borja, ambos de cabeza. Había sacado un poco el pie del acelerador, tuvo un poco de zozobra en su propia área sobre la media hora, y en el cirre de la etapa inicial, llegó el cuarto gol, que fue para guardarlo en un cuadrito. Puro tiki-tiki.
Todo nació de una recuperación cerca de mitad de cancha. Claudio Aquino tenía la posesión de espaldas, presionó el uruguayo Fonseca y la pelota le quedó a Borja. Con el rival mal parado, la respuesta fue letal: el colombiano abrió para Colidio, el delantero alargó para Nacho Fernández, quien tocó hacia el medio para la entrada de Barco, quien la dejó seguir con un taco imperceptible hacia el ex delantero de Tigre, quien convirtió el cuarto, el segundo de su cosecha personal.
Fueron seis toques en once segundos de transición ofensiva que reflejan la soltura con la que River jugó ante Vélez, dejando atrás la irregularidad en el rendimiento que había mostrado en el empate ante Argentinos y en el triunfo sobre Barracas Central entre semana.
Colidio llegó a los cuatro tantos desde que llegó a la entidad de Núñez, donde disputó 18 partidos.