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El agradecimiento eterno de María Julia Alsogaray al fotógrafo de Noticias que la convirtió en diva

“Reina pero no gobierna”. La frase quedó grabada en la memoria colectiva por una tapa inolvidable de Revista Noticias que mostraba la interventora de Entel, María Julia Alsogaray, posando como una diva semi desnuda y abrazada por un tapado de piel. Fue un sello del periodismo de los ‘90, del menemismo y de la frivolidad del poder. Y quien sintetizó todo en una imagen fue Osvaldo Dubini, uno de los mejores fotógrafos de la Argentina.

La tapa vuelve a ser noticia con el estreno de la serie de “Menem”, que escenificó aquella producción fotográfica en una escena que protagonizan Mónica Antonópulus (en el papel de Alsogaray) y Juan Minujín, como el personaje ficticio “Olegario Salas”, fotógrafo presidencial.

La realidad, detrás de la representación para la serie de la famosa producción, es que la foto no la tomó un fotógrafo de la Rosada sino Osvaldo Dubini, reportero gráfico del prestigioso staff de Revista Noticias y reconocido por capturar siempre el lado humano de las figuras públicas.

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La historia detrás de la mítica tapa de María Julia Alsogaray

Treinta y cinco años después de uno de los hechos políticos paradigmáticos de la década del ´90 en la Argentina, Perfil.com habló con Dubini para recordar, revivir y resignificar aquella producción en Mendoza.

Él y la periodista Alejandra Albanesi habían sido enviados al centro de esquí Las Leñas para entrevistar a uno de los personajes políticos del momento: María Julia Alsogaray, interventora en la privatización de Entel, apellido ilustre en la historia del liberalismo del país y protagonista del gobierno peronista de Carlos Menem.

En ese lugar, la dupla periodística se preparó para la nota: “La directiva que yo tenía era que la querían en una actitud de reina”, comenzó a contar Dubini.

“Recuerdo que teníamos muy poco tiempo como para hacer el reportaje porque hasta había un remis esperando para llevar las fotos a Buenos Aires, todo tenía que ser muy rápido… y llegué, me presenté con ella y arrancamos”, recordó.

En el mismo complejo estaban dos íconos del espectáculo: Susana Gimenez y Graciela Borges. La presencia de las divas y las buenas referencias hacia Dubini como fotógrafo hicieron entrar en confianza a la hija del líder de la Unión Centro Democrático (UCD) Álvaro Alsogaray, con el experimentado fotografía de Revista Noticias: “Ella tenía referencias mías porque ya le había hecho fotos a Susana y otras famosas”.

“Alsogaray me confesó que Susana Giménez le había dicho ‘María Julia, quedate tranquila que te va a hacer lindas fotos’”, relató Dubini a Perfil.com

Antes de la sesión, la interventora le confesó al fotógrafo que no contaba con ropa especial para las tomas y ahí es cuando entra en escena el icónico tapado de piel.

“En ese momento estaban la Borges y Susana, entonces yo aprovechó que Graciela tenía un tapado y le pido que se lo prestara a María Julia”. Dubini, que había llegado a Mendoza con la idea de retratar a Alsogaray como una reina, comenzaba a ver como su misión se transformaba en realidad.

La producción contó con 2 sesiones (en la serie “Menem” sólo se cuenta la segunda). Dubini comenzó la producción dentro del complejo mendocino fotografiando a la funcionaria con un vestido negro que contrastaba con el fondo blanco nevado que se observaba en un amplio ventanal. Con ese look, se hicieron las primeras fotos.

“Después que ya mandé el material, me quedo con ella, más distendidos y nos dispusimos a tomar un café”, recordó.

En un ambiente más relajado, Dubini, que no había quedado satisfecho con la producción en la nieve, le propuso una idea distinta:

“Ya estábamos en la habitación tomando un café y bueno, le digo: «Ahora estamos más tranquilos ¿Por qué no hacemos unas fotos como para nosotros?»”

“Vamos a hacer un una especie de juego fotográfico. Yo te voy a tratar a vos como si fuese realmente Graciela Borges o Susana Giménez. Vos posá para mí como si fueras Susana o Graciela. Y así, le gustó un poco la idea de hacer foto”, reveló Dubini.

“Para las fotos nos fuimos a un salón muy amplio, donde no había absolutamente nadie -relató-. Desde un ventanal venía una hermosa luz especial como para la fotografía. Luz natural. La única persona que estuvo conmigo en ese momento era su peinador”.

“Lo mire y le dije: hacele un peinado muy juvenil», y en ese contexto el fotógrafo comenzó a disparar. “Le empiezo a hacer fotografías y observando desde el lente de la cámara le pedí que se descubriera un poco los hombros. Pero cuando vi que debajo tenía la camisa, paré”.

Dubini no estaba convencido y en pocos minutos le dijo a la funcionaria: “Mirá, me sigue molestando la camisa, yo quiero que sea una foto muy sexy donde aparecen tus hombros al descubierto, pero que no se vea la camisa”.

Alsogaray sorprendida, pero entendiendo el juego de rol de diva, aceptó.

“Ella directamente abre su su tapado de piel, se desabrocha totalmente la camisa y se lo corre directamente sobre los hombros dejándo la camisa muy escondida dentro del tapado”, detalló Dubini.

Así, el fotógrafo gatilló una ráfaga de disparos y tomó la foto de tapa que buscaba y que durante meses iba a estar en la primera plana de todos los diarios y programas del país.

La interrupción de Susana Giménez y Graciela Borges

En pleno éxtasis fotográfico, la sesión fue interrumpida por una visita inesperada: “Justo en el momento que quiero empezar a hacer las fotos aparecen Susana Giménez y Graciela Borges. Le doy la cámara para que se fije. Y Susana, sorprendida, felicita a Alsogaray y se sorprende de la postura de la funcionaria. Inmediatamente les pedí que se retiraran. Les dije ‘bueno chicas, fuera, fuera, que tengo que hacer las fotos. Ni me imaginaba el problema que hubiera causado este tipo de fotografía”.

La rutina de aquellos años obligaba a los fotógrafos a enviar los “rollos” a Buenos Aires para ser revelados. Ni Alsogaray, ni Dubini imaginaban el impacto de aquellos negativos tomados casi como un juego.

“Era un viernes, me acuerdo perfectamente de eso, y Noticias salía el domingo. Cuando llegué a Buenos Aires, empezaron a llamarme de todos los canales. Yo creía que era una broma de alguien que me llamaba a casa pero no, querían entrevistarme”, confiesa.

Dubini volvió a ver a María Julia Alsogaray en una cobertura periodística en el Hotel Plaza, donde se reunían empresarios de Entel.

“Entra ella y me mira. Yo la saludo. Me llama y me presenta delante de todos los ejecutivos y les dice: «Él es el fotógrafo que me sacó la foto en Las Leñas». Estaba muy orgullosa y muy chocha de haberse sacado esa fotografía”.

“A pesar de que luego fue al programa de Susana Giménez y dijo que esa fotografía «no me la tendría que haber sacado nunca», estaba muy contenta de haberlo hecho”, remarcó Dubini.

“En ese encuentro -agregó- María Julia me contó que la elogiaban mucho por esa fotografía. La felicitaban y algunas mujeres la llamaban diva. O sea, le cambió un poco la personalidad de lo que era ella en ese momento. Era una mujer un poco más seria y con esa fotografía cambió un poco su imagen”.

María Julia lamentó el impacto político de la tapa, pero reconocía que la foto era de sus favoritas. Y cuando tuvo oportunidad le agradeció personalmente a Dubini.

LF/ ff

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