La Justicia cordobesa homologó el concurso de Molino Cañuelas, el segundo más grande en monto de deuda luego del de Vicentin.
Así, tras casi cuatro años de proceso, la compañía dueña de marcas emblemáticas como Cañuelas, 9 de Oro, Pureza y Mamá Cocina, que pertenece a la familia Navilli, logró cerrar un acuerdo con sus 650 acreedores.
Con una deuda de US$ 1.300 millones, la empresa enfrentó dificultades financieras que la llevaron al default. Finalmente, tras el fracaso de la negociación durante más de dos años, en su mayoría con los bancos, en septiembre de 2021 se vio forzada a pedir la protección judicial junto con otra firma del grupo, Compañía Argentina de Granos S.A. (Cagsa).
El fallo de la Justicia cordobesa, con fecha el 31 de julio, resolvió homologar el acuerdo unificado que presentaron ambas empresas el 28 de octubre de 2024. La propuesta alcanzó el voto positivo del 89,07% de los acreedores a fin del año pasado.
En un comunicado, informó: Molino Cañuelas anuncia con satisfacción que el Juzgado Civil y Comercial de 6° Nominación de Río Cuarto ha dictado la homologación judicial del acuerdo de reestructuración de deuda presentado por la compañía en diciembre de 2024, donde se habían alcanzado con creces las mayorías necesarias por la ley.
Reconocemos y valoramos a nuestros acreedores, proveedores y accionistas por su acompañamiento, apertura al diálogo y compromiso con una solución sustentable. Buscamos brindar soluciones a través de la innovación y calidad de los productos. Ofrecemos alimentos saludables, nutritivos, ricos y accesibles, procurando constantemente satisfacer las necesidades de todos nuestros clientes, agregó.
Y consideró que este hito fortalece significativamente la estructura de capital y la capacidad financiera de la compañía, consolidando a Molino Cañuelas como una de las principales empresas de alimentos del país.
Las 3 opciones de pago que ofrece
El acuerdo de pago consta de tres opciones: contado, corto plazo y largo plazo. Si se opta por el pago al contado, se hará un único desembolso equivalente al 12,5% del crédito concursal. En tanto, para la alternativa de corto plazo, la quita llega a 63% con un plazo de pago de seis años; mientras que que la tercera reconoce el 100% de la deuda, con un plazo de 14 años.
En sus tres opciones, el acuerdo respeta las monedas en las que fueron originadas los pasivos. El 99% de la deuda quirografaria estaba expresada en moneda extranjera, lo que representaba cerca de US$ 1.260 millones.
Con 22 plantas industriales en la Argentina y la región, la compañía emplea a 4.000 trabajadores directos y tiene más de 20 marcas. A su vez, es el principal productor de harina del país, con 25% del mercado nacional, y responsable del 50% de harina que se exporta, según sus datos. Tiene una producción anual superior a 2.200.000 toneladas y exporta a más de 80 países. En los últimos tres años, lanzó 300 nuevos productos.
A mediados de julio, otra empresa del grupo, Molinos Florencia, adquirió la cadena de panaderías Costumbres Argentinas, que estaba en manos de Alejandra Coto, hija del empresario supermercadista Alfredo Coto, y su esposo, Luis Videla.
Así, la firma de la familia Navilli que funciona desde 1931 en Laboulaye, sur de Córdoba, y es una de las principales harineras de la Argentina, se quedó con la marca de la cadena y también con Almar, firma panificadora que provee a supermercados. Con esta transacción, la familia Navilli suma un nuevo negocio a su grupo de alimentos, con la venta directa desde el mostrador.