Sirenas, la miniserie de Netflix de solo cinco episodios, se convirtió en el fenómeno global del 2025 que nadie vio venir. Desde su estreno a finales de mayo, este drama con tintes de comedia se catapultó al primer puesto a nivel mundial, destronando mega producciones con presupuesto millonario. El formato corto, intenso y directo, sin rellenos, fue su as bajo la manga.
En esta historia que tiene a todos hablando, Devon DeWitt (Meghann Fahy) sospecha del vínculo turbio entre su hermana Simone (Milly Alcock) y la enigmática y poderosa Michaela Kelly (Julianne Moore). El recorrido emocional se vuelve irresistible cuando Devon, con instinto detectivesco, se lanza a investigar sin imaginar lo que descubrirá.
El elenco es un lujo puro. Junto a Moore, Fahy y Alcock, brillan figuras como Kevin Bacon, Glenn Howerton y Bill Camp. Una selección de nombres contundentes para una producción compacta pero de gran impacto.
La crítica especializada se rindió a sus pies. The Guardian la describió como “adictiva y sorprendente, con una historia que te atrapa de principio a fin”. Además, en Rotten Tomatoes ostenta una aprobación superior al 90 %, consolidándola como una de las joyas de 2025.
LA EXITOSA SERIE DE NETFLIX QUE ESTÁ CAUSANDO SENSACIÓN
El éxito no fue casualidad: se estrenó en un momento con menor competencia, las redes sociales explotaron con recomendaciones, el boca a boca empezó a viralizarse y su duración (solo cinco horas en total) la convirtió en la elección perfecta para maratonear en un día.
Aunque fue pensada como una miniserie autoconclusiva, su final abierto y la magnitud de su éxito están alimentando rumores sobre una posible continuación. Ni Netflix ni el equipo creativo han confirmado nada… todavía.
Por qué Sirenas lo logró: combina un guion ingenioso con producción de calidad, elenco potente y un formato ideal para la era del streaming. Si buscás algo intenso, emocional y bien contado, esta es tu opción del momento. Menos es más, y Sirenas lo demuestra con creces.