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Amor sin tiempo o un amor como no habrá otro igual

Otra película futurista se estrena hoy en la Argentina, bajo el título de Amor sin tiempo -algo más lavado que el original, La bete, o sea La bestia– está llena de extravagancias. La película de Bertrand Bonello, con Léa Seydoux, la parisina que los cineastas de todas las nacionalidades desean contratar, es la protagonista, cuyo personaje curiosamente tiene el mismo nombre que la actriz de La vida de Adèle y Spectre tuvo cuando trabajó con Woody Allen en Medianoche en París: Gabrielle.

Es un drama romántico de ciencia ficción, con un mensaje explícito (“no tengas emociones y gustarás a todos”).

Los protagonistas, Gabrielle y Louis (George MacKay, protagonista de 1917) volverán a encontrarse entonces en el tiempo, una y otra vez, y saltando del pasado al presente y viceversa.

Pero las transmutaciones no son gratuitas, porque los sentimientos que se quieren ocultar afloran, y la manera de relacionarse será, cómo decirlo, algo complicada.

En un momento, Gabrielle (Léa Seydoux) tiene una fábrica de muñecas, que se incendia. Fotos Impacto CineEn un momento, Gabrielle (Léa Seydoux) tiene una fábrica de muñecas, que se incendia. Fotos Impacto CineLa sinopsis indica que, en un futuro cercano, por 2044, donde las emociones se han convertido en una amenaza, Gabrielle después de muchas idas y vueltas, se anima a purificar su ADN mediante una máquina que “la sumergirá en sus vidas pasadas y la liberará de todos los sentimientos”. Así que la vemos en distintos momentos de su vida, pero siempre con la misma edad, y en diferentes años y siglos. Será concertista de piano, actriz y/o modelo, fabricará muñecas, dejará a su esposo por un joven (MacKay) y, lo que es peor, morirá de distintas formas.

La irrupción en el futuro de la inteligencia artificial, tras una guerra de la que poco se habla, está metida sin presión en la historia.

La película, que tuvo su première mundial en la última edición del Festival de Venecia, en septiembre pasado, habla a los gritos de la profunda necesidad de amar, aunque el miedo lleve a los protagonistas a tomar distintas decisiones, entre lo visceral y lo aparentemente irracional.

A la actriz de A la actriz de «La vida de Adèle» la acompaña George MacKay, el protagonista de «1917».

Imágenes impresionantes

Bonello, el director que suele ser bastante desaprensivo con sus protagonistas, desde El pornógrafo, su opera prima, pasando por Saint Laurent, Nocturama y L’Apollonide, entrega una historia que no por la confusión por momentos llega al límite del aburrimiento, sino por las parrafadas, los diálogos extensos e irrelevantes. Hay imágenes impresionantes, y Seydoux -que para muchos es la madre del hijo de James Bond- está el 99% del tiempo en pantalla, sufriendo, imaginando, llorando y gritando.

Seydoux es dueña de una belleza deslumbrante en medio de la aristocracia francesa del pasado, pero que puede ser extremadamente gélida en el presente.

La inteligencia artificial es más que el trasfondo de la película de Bonello.La inteligencia artificial es más que el trasfondo de la película de Bonello.Pero es MacKay el que sorprende, pasando por una transformación del pasado al presente, siendo primero un romántico miedoso y aristocrático, y en el presente un tipo virgen a los 30 años que planea “acabar con las mujeres rubias” que nunca le dieron una oportunidad de besar, de amar.

Lo hace con un cambio de posición física, pasando a la rigidez y el temor resentido. Esto último, otros de los temas que aborda Bonello en esta ambiciosa y algo larga película sobre un amor como no habrá otro igual.

“Amor sin tiempo”

Buena

Drama romántico / Ciencia ficción. Francia, 2023. Título original: “La bete”. 146’, SAM 13. De: Bertrand Bonello. Con: Léa Seydoux, George MacKay, Guslagie Malanda, Martin Scali. Salas: Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano y Norcenter.

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