Cuando se menciona la palabra tango, cada persona, no importa en qué lugar del mundo, se representa seguramente algo; una imagen, una voz, lo que fuera: Carlos Gardel, Astor Piazzolla, incluso Rodolfo Valentino; o parejas circulando abrazadas por una pista o un espectáculo desbordante de pasión.
Lo cierto es que el tango abarca todo esto y mucho más, pero quizás habría que agregar que el tango no está sostenido en imágenes o sonidos congelados en el tiempo: ningún otro género de origen popular ha cambiado tanto como el tango a lo largo de los casi ciento cincuenta años que lleva de vida.
Es precisamente bajo esta idea de la constante renovación del género que surgió “Tango+tango”, un festival apoyado por Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad y que es prácticamente una maratón de espectáculos y conciertos. Ocurrirá este fin de semana en el Teatro Hasta Trilce, a partir del viernes 10 de mayo, y abarcará expresiones coreográficas, musicales y poéticas.
Nacho González Cano es el responsable de la danza del Festival –Pétalo Selser lo es de la música y Andrea Bouhier de la poesía- y antes que nada es preciso mencionar su imponente carrera como intérprete, coreógrafo y director.
Entre otras muchas cosas formó parte de la Compañía Tangokinesis, creada por Ana María Stekelman; trabajó como asistente y bailarín de Oscar Araiz en varias épocas; fue responsable y colabora como coreógrafo, desde hace tiempo, en las puestas de ópera de Marcelo Lombardero. La más reciente es Ariadna en Naxos, estrenada en el Teatro Colón en el mes de abril. Es actualmente director artístico de la Compañía de Tango de la UNA.
Por otra parte, dirigió durante diez años su propia compañía, “Tempotango”. Dice: “Mi trabajo en la escena comercial tenía para mí el sentido de derivar lo que ganaba allí, con mucha felicidad, a mis propios proyectos. Con mi compañía, que dejó de existir cuando comenzó la pandemia, siempre encaré proyectos exploratorios”.
Nacho González Cano es el responsable del Festival Tango + Tango. Foto Cristina Sille FTP Espectáculos-¿Cómo te formaste en la danza?
-Empecé con el baile folclórico en mi pueblo, una localidad pequeñísima en la provincia de Buenos Aires; era lo único que había y lo agradezco; cuando llegué aquí comencé con el tango y después estudié danza contemporánea.
Buscando a los nuevos creadores
-¿Por qué el Festival se llama “Tango+tango”?
-Nos propusimos convocar a los nuevos creadores del tango y al principio Andrea y Pétalo pensaron como nombre Festival de Tango Nuevo. Yo les dije que el denominado “tango nuevo”, en el baile, está muy unido a un estilo que nació en los ’90 con milongueros jóvenes -Fabián Salas, Gustavo Naveira, Chicho Frúmboli y otros- exclusivamente para el baile de pista.
-¿Entonces?
-Me parecía mejor hablar de “nuevos creadores” y de allí salió la idea de abrir un espacio que fuera también un lugar de encuentro para estos artistas; que trajeran obras ya hechas o aún en proceso. Todo el Teatro Hasta Trilce, que contiene tres ámbitos muy distintos -la sala grande, otra pequeña con una tarima y el propio bar- va a estar totalmente ocupado por el Festival.
-¿Por qué “Tango+tango”?
-Para no poner etiquetas ni calificarlo. Es como decirles a los coreógrafos, en el caso de la danza: “Si esta es tu expresión y tu manera de ver el tango, traelo”. Es concebir un lugar en donde no haya temor a equivocarse. Yo justamente nací como coreógrafo en el Festival Cambalache, que en sus muchas ediciones dio lugar a manifestaciones experimentales del tango.
-¿Qué más te dio Cambalache?
-La posibilidad de iniciarme como coreógrafo simplemente con lo que yo era en aquel momento, sin esforzarme por pensar cómo sería cinco o diez años más tarde.
Para Nacho González Cano, hay más que música de Piazzolla para bailar n el nuevo tango. Foto: EFE
Para la danza, hay más que Piazzolla
-Decías que les importa también que el Festival sea un lugar de encuentro.
-El tango forma parte de nuestra identidad y somos muchas las personas que nos sentimos representadas por él. También es un lenguaje en el que hay una creación permanente. Propiciar este encuentro, que haya intercambios e impulsos para proyectos nuevos, es nuestro mayor anhelo. El mundo del tango está muy segmentado: un público para la danza, otro para la música. Y por otra parte, no me resigno a pensar que cuando hacemos una coreografía de tango actual, la opción casi excluyente sea Piazzolla.
-¿En qué sentido lo decís?
-Hay mucha música compuesta después de Piazzolla, pero en general se conoce poco. Es que no están dados los lugares para que podamos encontrarnos.
-Y por otra parte son muy infrecuentes. Recuerdo “Hotel Tango”, exclusivamente de tango-danza, que fue un intento de reunir propuestas nuevas. Pero hubo solo dos ediciones, 2018 y 2019.
-Sí, hasta la pandemia hubo varias iniciativas, como esta que decís, y también Cambalache y Berretín, en el Centro Cultural de la Facultad de Economía. Y durante todo el año pasado hubo espectáculos de tango -de música y de danza- en el Centro Borges, con la sala siempre colmada. Sin duda, hay un público.
-En cuanto a la danza, ¿cómo está pensada la programación?
-Hay dos instancias: Caja negra 1 y Caja negra 2; son espacios vacíos que los coreógrafos van a ocupar, iluminar, “pintar”. Cada una contiene cuatro o cinco obras que duran entre quince y veinte minutos. Y pensé en dos horarios no convencionales, viernes en la trasnoche y domingo a las 18. Sabemos, por mi propia experiencia, que parte de nuestro público son los bailarines que trabajan en casas de tango y de este modo pueden venir antes o después de sus shows.
Ignacio Gonzales Cano, cargo del festival Tango + Tango, que se hace del viernes 10 de mayo al domingo 12. Foto: Cristina Sille FTP Espectáculos-En las obras que se presentaron en la convocatoria, ¿qué aspectos los hicieron inclinarse por unas o por otras?
-Le dimos importancia a las óperas primas y a este impulso de crear a partir del tango. También estuvimos atentos a las temáticas: que explicaran claramente en la presentación de qué fuente habían partido y si había en sus proyectos un intento explícito de renovar, de romper o de conservar. Y como se trataba de presentaciones escritas, también nos guiaban las ganas de ver tal o cual obra que en ese momento estaba solo en el papel; es decir, las ganas de verla en el escenario.
-¿Qué es el tango para vos?
-Todo: el comercial y el independiente. Lo que importa es la pulsión que hay atrás. Si ponés en escena a una pareja bailando sobre un tango de Carlos di Sarli y elegís la luz y el vestuario justos, eso es arte. Si después rompés o no, no importa. Este es el momento de no cerrarnos sino de hacer cruzar los lenguajes y descubrirnos entre nosotros, los artistas.
Concluye: “El año pasado hice la coreografía de la orquesta de cumbia la Delio Valdez en el Luna Park. Una de las artistas invitadas era la cantante de tango Lidia Borda y cuando desde la cabina vi al público de la Valdez escuchándola en Esta noche de luna -un tema justamente de Carlos Di Sarli- me puse a llorar. No es que al público de cumbia no le emociona el tango. Es que todavía no sabemos bien cómo, dónde y cuándo mostrarlo”.
Información
El Festival Tango + Tango se hará del viernes 10 de mayo al domingo 12 en Hasta Trilce, Maza 177.