El último recital completo de Charly García fue en diciembre de 2019, en el Luna Park. Desde entonces, la única manera de escuchar sus canciones en vivo es asistir al show de alguna banda tributo, que suelen ser bastante buenas y tienen buen poder de convocatoria.
Sin embargo, el mero anuncio de un concierto de Hilda Lizarazu para presentar su flamante álbum Hilda canta Charly movilizó a los fans, que agotaron tres funciones en el teatro Coliseo.
Y por lo visto en su debut de la noche del jueves, se trata del mejor homenaje posible, por la sofisticación de los arreglos de Lito Vitale, la variedad de épocas de la lista de temas, la excelente puesta en escena y la gran voz de la protagonista, además del plus que da el vínculo directo de la cantante que integró durante varios años la banda de García.
Hilda Lizarazu en el teatro Coliseo. Foto de prensa gentileza Catalina OrcesiOtro bonus fue la presencia de dos invitados muy especiales: el debut como cantante de Fabián «Zorrito» Quintiero y la presencia de la propia hermana de Charly, Josi García Moreno, que es profesora de canto y coach vocal.
Hilda Lizarazu invitó a Josi García Moreno, que se lució y fue ovacionada por el público. Foto de prensa gentileza Catalina Orcesi
Una noche emotiva
Desde el inicio mismo, con la banda emulando la orquestación del tema Serú Girán, quedó en claro la alta carga emotiva de la noche, tanto abajo como arriba del escenario. Asimismo, demostró el grado de respeto, cariño y admiración por los arreglos originales, más allá de algunos guiños e innovaciones como las cuerdas en Desarma y sangra.
De hecho, las primeras palabras de Hilda fueron de agradecimiento: «¡Qué emoción, qué alegría, verlos aquí!». Y más adelante agregó: «Para mí es un hito, dos hitos, tres hitos, estos Coliseos hermosos. Más que gratitud,es interpretar con emoción y responsabilidad estas enormes canciones».
Hilda Lizarazu y Lito Vitale, los artífices de un disco y recital en homenaje a Charly García. Foto de prensa gentileza Catalina OrcesiLa puesta fue imaginativa y original, con permanentes proyecciones de fotos de Charly, la mayoría realizadas por la propia Hilda en su faceta paralela de fotógrafa con gran ojo.
También hubo detalles que aprovecharon las posibilidades del Coliseo, que estuvo involucrado de lleno en la producción, por ejemplo la plataforma por la cual la cantante apareció bajando del techo cual Mary Poppins, o la sutileza de un inmenso tul transparente sobre el cual aparecieron estrellas que fueron formando un retrato de García.
Y el final, a manera de bis tras haberse despedido desde le escenario, fue otra originalidad, con todos los músicos (salvo Vitale que quedó sentado el piano) desfilando por el pasillo central cantando De mí. Hilda, que durante el show tuvo varios cambios de vestuario (y sombreros y peinados), decidió lucir una escafandra luminosa de astronauta.
Los invitados especiales
Dentro de la banda estable estaban Luciano Vitale y Mía Folino, hijos de Lito e Hilda, en guitarra y coros. Incluso Hilda contó una simpática anécdota de la vez que la muy pequeña Mía irrumpió en un show de García en el Coliseo, donde esta vez se lució como cantante en temas como Buscando un símbolo de paz.
Hilda Lizarazu y Fabián Quintiero en la emotiva versión de «Cinema verité». Foto de prensa gentileza Catalina OrcesiJosi García, la hermana menor de Charly, se sumó en Amigo vuelve a casa pronto, alternando estrofas y caras de felicidad con Hilda.
Varios temas después fue el turno de Fabián «Zorrito» Quintiero,q ue tocó el piano y hasta cantó en Cinemá Verité.
Los dos fueron ovacionados por toda la sala.
La lista de temas
La primera canción fue nada menos que La grasa de las capitales, seguida de Bancate ese defecto y Necesito tu amor. Un inicio contundente y poderoso, lleno de energía.
El comienzo del recital de «Hilda canta Charly», con «La grasa de las capitales». Foto de prensa gentileza Catalina OrcesiEl primer cambio de clima y de época fue Cómo mata el viento Norte, al que siguió Desarma y sangra. Después llegaron Raros peinados nuevos y Nos siguen pegando abajo, hasta que el instrumental Pubis angelical bajó el tono y preparó el terreno para Los dinosaurios, en una gran interpretación acompañada por fotos de Charly donde las personas aparecían ausentes, como sombras.
Una bienvenida rareza fue la elección de La canción del indeciso y más adelante Chipi chipí, siempre con el sonido de dos cuerdas, dos vientos, dos teclados, bajo, guitarra, batería y coros: Irene Cadario (violín), Paula Pomeraniec (cello), Víctor Carrión (saxo y flauta), Emiliano Álvarez (clarinete), China Roldán (teclados y coros), Federico Melioli (bajo), Luciano Vitale (guitarras), Roky Fernández (batería) y Mía Folino (coros).
Hilda Lizarazu junto a su hija Mía Folino en el escenario del Coliseo. Foto de prensa gentileza Catalina OrcesiTambién sonó La ruta del tentempié como instrumental mientras Lito presentó al conjunto y arrancó el tramo final: Buscando un símbolo de paz, Seminare, La máquina de ser feliz y Rasguña las piedras.
En total fue una recorrida que hizo escalas en Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán y la carrera solista de Charly García, que ya le dijo a Hilda que estaba halagado, feliz y emocionado con el disco, sin saber que el público que fue al show se iba a sentir gual.