Murió Manuel Antín, más que un director de cine, que fundó y dirigía la Universidad del Cine, una academia de estudios universitarios que creó en 1991 al dejar la función pública, tras ser director del Instituto Nacional de Cine en la época de Raúl Alfonsín. Pasó sus últimos días internado en una clínica. Tenía 98 años.
«Con profunda tristeza y gran pesar, la Universidad del Cine lamenta comunicar la partida de nuestro querido Rector Manuel Antín, quien falleciera el día de hoy a los 98 años de edad», comienza el comunicado que envió la Universidad del Cine, conocida como la FUC.
Manuel, que era dueño de un humor a veces corrosivo, no logró remontar un cuadro de anemia, que fue lo que deterioró su salud. Pero a lo que Antín no pudo recomponerse fue a la muerte del amor de su vida, la escenógrafa y vestuarista Ponchi Morpurgo, que murió hace poco más de dos años.
Nacido en Las Palmas, Chaco, el 27 de febrero de 1926, Manuel Carlos Antín fue también novelista, dramaturgo y poeta. Al margen de sus valores como director de cine, fue el hombre al que Raúl Alfonsín puso al frente del por entonces Instituto Nacional de Cine (hoy, INCAA) al asumir el 10 de diciembre de 1983. Antín, desde su función, eliminó el Ente de Calificación Cinematográfica, que en tiempos del gobierno de María Isabel Martínez de Perón, y la dictadura militar, cortaba y prohibía películas.
Manuel Antín fundó la Universidad del Cine en 1991.Y así fue como se creó la CAEC (Comisión Asesora de Exhibición Cinematográfica), que hasta la fecha no corta ni prohíbe, sino que califica las películas por estrenarse en salas comerciales.
Adaptando a Julio Cortázar
Antín es principalmente conocido por su carrera cinematográfica, durante la cual realizó 12 largometrajes de ficción, entre los años 1960 y 1982, entre los que se destacan La cifra impar y Don Segundo Sombra -su mayor éxito de público-. Había iniciado su carrera como guionista, y adaptó cuentos de Julio Cortázar (la mencionada La cifra impar, con Lautaro Murúa, uno de sus actores predilectos, y María Rosa Gallo, Circe, que protagonizaron Graciela Borges, Alberto Argibay, Walter Vidarte y Sergio Renán, con guión coescrito por él y el propio Cortázar, e Intimidad de los parques).
Tras recibirse en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en 1958 escribió el guion de Contracampo, un cortometraje de Rodolfo Kuhn . Y fue, en los años ’60, partícipe de la renovación del cine argentino, con un ojo bien fijo en la Nouvelle Vague de Truffaut, Godard y Resnais, entre otros. De esa época es Los venerables todos, con Lautaro Murúa, Fernanda Mistral, Walter Vidarte y un joven Leonardo Favio.
En el rodaje de «Don Segundo Sombra» (1969).Y en los años ’70 es cuando inicia su «ciclo» de películas históricas, como la ya mencionada Don Segundo Sombra (con Adolfo Güiraldes, Juan Carlos Gené y Soledad Silveyra), Juan Manuel de Rosas, (con Rodolfo Bebán como protagonista, Alberto Argibay como Manuel Dorrego, Sergio Renán como Juan Lavalle) y Allá lejos y hace tiempo (con Juan José Camero, Gianni Lunadei, Leonor Manso, Dora Baret y Walter Santa Ana).
Su última película, antes de asumir al frente del Instituto de Cine, fue La invitación, adaptando la novela de Beatriz Guido, protagonizada por Graciela Alfano, Rodolfo Bebán, Pepe Soriano y China Zorrilla.
Rodolfo Bebán y Graciel Alfano en una escena de «La invitación» (1982), su última película.Bien puede afirmarse que Antín fue un maestro de cineastas. Entre los graduados de la Universidad del Cine están Damián Szifron (Relatos salvajes), Andy Muschietti (hoy radicado en Hollywood, director de It), Santiago Mitre (Argentina, 1985), la también actriz Ana Katz, Mariano Llinás y Pablo Trapero.
Entre los muchos reconocimientos que obtuvo en vida se distinguen el Premio Cóndor de Plata al mejor director (en 1962 y en 1969) y al mejor guion adaptado (1969). Fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras (1987) por la embajada de Francia y galardonado con el Premio Konex de Espectáculos (1988). En el año 2017 recibió la Mención de Honor de la Cámara de Senadores de la Nación, la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Personalidad Destacada en el año 2019 y finalmente en 2023 la Universidad de Buenos Aires le otorgó la distinción honorífica de Doctor Honoris Causa.