En medio de la crisis por la detención del gendarme Nahuel Gallo, Nicolás Maduro denunció que el argentino fue enviado con la misión de asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Maduro dijo que desde Argentina se planificaron “diversos planes terroristas contra Venezuela, por lo que fueron detenidos 125 mercenarios para intentar atentar contra la vida de la Vicepresidenta”.
“Ese era uno de los planes violentos en los que el gobierno de Milei estaba directamente involucrado”, insistió el líder chavista. Esta misma hipótesis fue ratificada por el ministro del Interior, Diosdado Cabello quien dijo que Gallo cumplía “tareas específicas de atacar servicios públicos, actos terroristas y atentar contra dirigentes de la revolución bolivariana”.
El gobierno argentino respondió mediante un comunicado en donde “rechaza categóricamente las falsas e infundadas acusaciones del dictador Nicolás Maduro contra el ciudadano argentino Nahuel Agustín Gallo, a quien ha señalado, sin prueba alguna, de intentar afectar la seguridad de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez”.
El régimen chavista dice que el Gendarme entró a Venezuela ilegalmente y confirmó el procesamiento
“Estas afirmaciones carecen de sustento fáctico y jurídico. Nahuel Agustín Gallo ingresó a Venezuela de manera legal, cumpliendo con todos los protocolos migratorios vigentes”, agrega el texto.
El comunicado sostiene que Gallo “presentó su documentación, notificó su domicilio familiar y cumplió con cada requisito antes de su viaje. No existe evidencia que respalde las acusaciones en su contra. Las declaraciones de Maduro no solo son falsas, sino también irresponsables y buscan desviar la atención de la grave crisis política, económica y social que atraviesa el régimen venezolano”.
“El Gobierno argentino exige, una vez más, la inmediata e incondicional liberación de Nahuel Agustín Gallo, garantizando su integridad física y psíquica, así como el pleno respeto a sus derechos humanos, conforme al derecho internacional y los tratados bilaterales vigentes entre ambos países”, continúa.
El Gobierno argentino exige, una vez más, la inmediata e incondicional liberación de Nahuel Agustín Gallo, garantizando su integridad física y psíquica, así como el pleno respeto a sus derechos humanos, conforme al derecho internacional y los tratados bilaterales vigentes entre ambos países
Por último, la Cancillería remarca “el reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expone con rigor las graves irregularidades cometidas por el régimen de Nicolás Maduro, que utiliza el aparato estatal como herramienta de control político y social para perpetuarse en el poder y obstaculizar los esfuerzos legítimos de la oposición democrática, encabezada por el presidente electo Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. El Estado argentino repudia estos atropellos y hace un llamado a la comunidad internacional a condenar enérgicamente estos actos criminales y violatorios del derecho internacional”.
“La República Argentina reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho en la región y seguirá impulsando acciones ante la Corte Penal Internacional (CPI) y los organismos internacionales competentes, responsabilizando al régimen de Maduro por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, abuso de poder e incumplimiento de sus obligaciones internacionales, con el firme propósito de que dichas violaciones sean investigadas y sancionadas”, finaliza.