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Yaroslava Mahuchikh, símbolo de la resistencia de Ucrania, voló en París y pulverizó uno de los récords mundiales más antiguos del atletismo

Una de las grandes estrellas del atletismo mundial, símbolo de la resistencia de Ucrania y surgida a los primeros planos al ganar en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018, hizo historia este domingo en el Meeting de París por la Diamond League, en el estadio de Charlety, muy cerca de donde –en pocas semanas- se celebrarán los Juegos Olímpicos. Se trata de Yaroslava Mahuchikh quien, con una formidable marca de 2 metros y 10 centímetros, batió uno de los más antiguos récords mundiales, el de salto en alto Lo mantenía la búlgara Stefka Kostadinova desde el Campeonato Mundial en Roma (30 de agosto de 1987) con 2,09 metros. y desde entonces había resistido a todas las generaciones de grandes saltarinas.

Mahuchikh protagonizó un intenso duelo con su clásica rival, la australiana Nicola Olyaslagers, quien le había quitado el título mundial de pista cubierta a principios de marzo. Ambas pasaron los 2,01m, mientras que la australiana falló en sus tres intentos sobre 2,03m, que la ucraniana salvó. Con la victoria asegurada, Mahuchikh subió a 2,07, que representaba su marca personal y un récord para su país, de gran tradición en esta especialidad. Mahuchikh pasó esa altura en segundo intento. Y concretó su hazaña de los 2,10 con la primera de las tres tentativas posibles.

“Cuando llegué a este torneo tenía la sensación que podía lograr estas marcas y pasar a la historia del atletismo”, afirmó. Hasta ahora, Mahuchikh tenía como mejores marcas de su campaña los 2,06 en pista cubierta (2021, en Banka Bystrica) y 2,05 m. al aire libre (2022 en Bruselas).

Yaroslava Mahuchikh. Foto: REUTERS/Manon CruzYaroslava Mahuchikh. Foto: REUTERS/Manon Cruz

Su campaña

Hace seis años, al inaugurarse el Parque Olímpico en Buenos Aires con motivo de los Juegos de la Juventud, en el caso del atletismo era la oportunidad de apreciar a quienes serían los “nombres del futuro” en este deporte. Fue el caso de Mahuchikh, que llegó rápidamente a los primeros plano y se convirtió en la estrella mundial del salto en alto después de que el escenario argentino fuera uno de sus trampolines. Pero la figura de la ucrania trasciende a su ascenso deportivo. Es hoy el símbolo de la resistencia de su país en el campo deportivo y la que pasea una bandera que recibe los sentimientos solidarios en todos los estadios del mundo.

Yaroslava viene de un país de tradición de grandes saltadores de alto. Valery Brumel, uno de los ídolos de la época del atletismo soviético y considerado uno de los mejores especialistas de todos los tiempos, era siberiano, pero hijo de ucranianos. En la década pasada brillaron nombres como los de Bohdan Bondarenko y Andrii Protsenko, quienes consiguieron fantásticas marcas de 2,42 metros y 2,40 metros. respectivamente en 2014.

Bondarenko conquistó el título mundial en Moscú 2013 y el bronce olímpico en Rio de Janeiro, y su registro de 2,42 lo ubica como el tercer mejor especialista mundial de la historia, donde el récord del legendario cubano Javier Sotomayor (2.44 m) lleva más de tres décadas como imbatible. En damas, la más destacada especialista ucraniana en la era pre Mahuchikh fue Inga Babakova, campeona mundial en 1999, otras cuatro veces medallista del mismo evento y, además, bronce olímpico en Atlanta 1996, acreditada con un récord nacional de 2,05.

Here’s the moment Yaroslava Mahuchikh 🇺🇦 broke the women’s High Jump World Record (WR) with a stunning 2.10m at the Paris Diamond League!

The previous record by Stefka Kostadinova 🇧🇬 has stood for 37 years.🤯🔥🔥pic.twitter.com/vFdiV3kehS

— Track & Field Gazette (@TrackGazette) July 7, 2024 Mahuchikh nació el 19 de diciembre de 2001 en Dnipro, ciudad de un millón de habitantes, ubicada a unos 300 kilómetros de Kiev, y llegó casi de casualidad al atletismo, donde no tenía ningún vínculo familiar. Su padre practicaba canotaje y su madre, gimnasia, mientras Anastasia, su hermana mayor, era fan del karate. Sin embargo, ella la acercó al atletismo en un club local, donde los comienzos de Yaroslava se dieron en pruebas de velocidad, vallas y salto en largo.

Ni siquiera insinuaba condiciones para el salto en alto –en su primera competencia no pudo pasar de 1,40 m.- pero a sus trece años quedó bajo la guía de Tatyana Stepanova, una ex corredora internacional de 400 metros con vallas, quien adivinó que disponía de un diamante. Desde entonces, siempre trabajaron juntas. “Cuando vi que era tan alta, supe que tenía todas las condiciones… Y yo aprendí a entrenar con ella”, afirma Stepanova.

Yaroslava Mahuchikh, en acción. Foto: REUTERS/Manon CruzYaroslava Mahuchikh, en acción. Foto: REUTERS/Manon CruzEl dominio de Mahuchikh en las categorías juveniles fue abrumador, obteniendo el título mundial de la categoría u18 en Nairobi 2017 y, un año más tarde, la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires

Durante la temporada del 2019, debió trajinar ya que, además de competir con las principales saltarinas del mundo, concluía sus estudios en la Escuela Superior de Educación Física, en su ciudad natal. No obstante, su escalada técnica no se detuvo –pasó por primera vez la “barrera” de los 2 metros en Stanford, California- y llegó al Campeonato Mundial absoluto, en Doha, como la promesa de revelación. Sólo quedaron cuatro contendientes para la batalla sobre los 2 metros y apenas dos de ellas, más arriba: Mahuchikh y la rusa Mariya Lasitskene. Ambas superaron los 2,02m. y también los 2,04, llevándose el título Lasistkene por menor cantidad de intentos. “Cuando pasé los 2,02, casi no lo podía creer… Tampoco después, había llegado tan rápido a un nuevo nivel”, recordó Mahuchikh. Había establecido el récord mundial juvenil y comenzaba a soñar con la participación olímpica en Tokio.

La pandemia frenó a casi todo el deporte durante 2020 pero, en la campaña invernal de 2021 con el atletismo bajo techo, Mahuchikh lució en óptimo estado y consiguió la mejor marca de su vida con 2.06 en Banka Bystrica, en la República Checa.

Para el momento de los Juegos Olímpicos, era una de las favoritas y se presumía un intenso duelo con Lasistkene. La tenía como un modelo de saltadora, se fotografiaban juntas (lo que producía algún recelo entre los ucranianos) y nadie imaginaba la tragedia que iba a desatarse meses después. Rusia está marginada de las competiciones atléticas desde hace varias temporadas, como castigo a su bajo control del doping, pero Lasistkene forma parte del grupo de atletas a las que se les permitió participar en Tokio como “neutrales”. Y así pudo obtener un título olímpico, el único que le faltaba a su gran palmarés, tras lograr tres veces la corona mundial del salto en alto.

En los Juegos de Tokio, Mahuchikh volvió a pasar los 2 metros y fue suficiente para instalarse en el podio con medalla de bronce, convirtiéndose en la más joven en lograrlo en esa prueba desde que la polaca Urszula Kielan quedara tercera en Moscú 1980. Pero el título se lo llevó Lasistkene con 2,04, con la sorpresiva australiana Nicola McDermott como subcampeona en 2,02. Completando un positivo día ucraniano, Iryna Geraschenko pasó la varilla a 1,98 y ocupó la cuarta casilla.

Yaroslava Mahuchikh y su nuevo récord mundial. Foto: REUTERS/Manon CruzYaroslava Mahuchikh y su nuevo récord mundial. Foto: REUTERS/Manon Cruz

Y llegó la guerra…

En una fatídica noche de fines de febrero, un año atrás, Putin ordenó la invasión de Ucrania, a sangre y fuego. El mundo cambió.

“El 24 de febrero –relató Jere Longman en The New York Times- Mahuchikh se despertó sobresaltada en Dnipro, su ciudad natal. Una explosión se disparó hacia el cielo oscuro. El aeropuerto de Dnipro y las instalaciones habían sido atacadas. Mahuchikh llamó a sus padres y a su entrenadora, viajó a la casa de esta en el pueblo cercano de Sukhachivka, suponiendo que estarían más seguras allí. Desarrollaron una rutina de entrenamiento, corriendo al sótano cuando sonaban las sirenas y entrenando en una instalación bajo techo. Pronto abandonaron el país Nadie sabía por cuánto tiempo”.

Apenas dos semanas después de la agresión y en condiciones durísimas, eludiendo las bombas, Mahuchikh y su entrenadora emprendieron su odisea: partieron en auto hacia Belgrado, sede del Campeonato Mundial “Indoor” del 2022. Después de una travesía de 70 horas en la que pasaron por Moldavia y Rumania, llegaron en medio de las muestras solidarias del público y los participantes. Mahuchikh ganó la medalla dorada con 2.02 m., tras un intenso duelo con la australiana Eleanor Patterson (2.00 m.) “No pensé que lo estaba haciendo por mí o por mi medalla, lo estaba haciendo por toda la nación ucraniana”, dijo Mahuchikh. “Quiero mostrar que los ucranianos somos fuertes, nunca nos damos por vencidos. Nuestros militares protegen a nuestro país en casa y hoy yo protejo a mi país en la pista”

Mahuchikh y su entrenadora se establecieron en Alemania para entrenar y recibieron asistencia de World Athletics. Algunos familiares pudieron unirse a Yaroslava (su madre, hermana y sobrina), pero su padre y su abuela permanecieron en Dnipro: la ciudad no estaba en ruinas como Mariúpol, pero los objetivos civiles fueron bombardeados y el aeropuerto, destruido. Otras de las atletas de elite ucranianas sufrieron la guerra, la destrucción de sus hogares y las pérdidas de sus familiares

Meses más tarde, en el Campeonato Mundial al aire libre, en el mítico estadio Hayward Field de Eugene, la suerte se revirtió. Tanto Patterson como Mahuchikh pasaron la varilla a 2,02 metros, que en el caso de la australiana significaba un récord personal y nacional. Pero Patterson lo hizo con su primera tentativa y Mahuchikh necesitó dos. Se jugó totalmente para superar los 2.04 m. y no pudo lograrlo, se llevó la medalla de plata como en Doha 2019, quedando el bronce para la italiana Elena Vallortigala con 2.00 m.

En vísperas del Campeonato, el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, comentó que “dadas las dificultades que tienen los atletas ucranianos para seguir compitiendo, sería inconcebible pensar que les hubiéramos permitido a los rusos venir aquí”. Mahuchikh, en la ronda de prensa, señaló que la relación con “Lasitskene siempre fue cordial, no cálida. Ahora, nunca podría ser reparada. Ella escribió que no puede competir porque es rusa». Se refería a una carta abierta de la campeona olímpica, con críticas a Coe y al titular del COI, Thomas Bach. Replicó Mahuchikh: «Y nuestra gente muere porque son ucranianos. No quiero ver asesinos en la pista. Porque aquellos deportistas que apoyan esta guerra son realmente asesinos”.

Y agregó: «Rusia es un país agresor que lanzó una invasión a gran escala de mi país. Muchos entrenadores y atletas se han ido al Ejército para defender a Ucrania; algunos están en puntos calientes y otros están encarcelados o asesinados. La infraestructura deportiva en muchas ciudades está destruida. No podemos entrenar en nuestro país natal».

Pasados dos años y medio desde la invasión, Mahuchikh se convirtió en el símbolo deportivo de Ucrania. Llega a las competiciones con un delineador de ojos azul y amarillo. “Entiendo que soy una embajadora de Ucrania. Para mí, es bueno hacerlo, hablar con los periodistas y demostrar que nunca nos damos por vencidos”, dijo en vísperas del Euroindoor de Estambul. Recién había podido volver a su casa en Dnipro para las fiestas de Año Nuevo. “Lo hice sonriendo, necesitaba volver para darme energía… Cuando llegué abracé a mi padre y a mi abuela, lo sentía con el corazón”, contó..

Y también decidió competir en enero pasado en Ucrania, hizo un magnífico salto de 2,02 metros en Lviv. Esa misma noche, un ataque aéreo ruso sobre un edificio de Dnipro mató a 46 personas…

Mahuchikh también tomó una firme posición en contra de que el COI finalmente –y con algún artilugio- autorice la participación de atletas rusos y bielorrusos en los Juegos de París. Le expresó a la agencia DW que “ellos ya no existen en mi vida desde el 24 de febrero de 2021. Los deportistas ucranianos haremos todo lo posible para que rusos y bielorrusos no compitan internacionalmente porque Rusia es un estado terrorista. Queremos que termine esta guerra”.

En agosto del año pasado, en Budapest, Mahuchikh consiguió su título más relevante al ganar el Campeonato Mundial, doblegando allí a las australianas Patterson y Olyaslagers. “Estoy muy orgullosa de ganar este oro para mi país», dijo. Y siguió: “Las medallas de platas de Doha y Eugene definitivamente no fueron suficientes para mí. He sido una de las mejores saltadoras de altura de los últimos años y tenía muchas ganas de convertirme oficialmente en la mejor del mundo”.

Mahuchikh en las grandes competencias

2017 Campeonato Mundial u18 (Nairobi) 1° con 1, 872018 Campeonato Europeo u18 (Gyor) 1° con 1,94Juegos Olímpicos de la Juventud (Buenos Aires) 1° con 1,952019 Campeonato Europeo u20 (Boras) 1° con 1,92Campeonato Mundial (Doha) 2° con 2,042021 Campeonato Europeo Indoor (Torun) 1° con 2,00Campeonato Europeo u23 (Tallin) 1° con 2,00Juegos Olímpicos (Tokio) 3° con 2,002022 Campeonato Mundial Indoor (Belgrado) 1 2.02

Campeonato Mundial (Eugene) 2 2.02

Campeonato Europeo (Munich) 1 1.95

2023 Campeonato Europeo Indoor (Estambul) 1 1.98

Campeonato Mundial (Budapest) 1 2.01

2024 Campeonato Mundial Indoor (Glasgow) 2 1.97

Campeonato Europeo (Roma) 1 2.01

Sus récords mundiales

22.12.2018 Minsk 1.96 iguala récord mundial u18

30.09.2019 Doha 2.04 récord mundial u20

07.07.2024 París 2.10 récord mundial absoluto

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