Si bien en los últimos años el uso de la pirotecnia en Argentina en los momentos de las fiestas anuales está disminuyendo, en muchos barrios y ciudades todavía estos cierres de ciclo se festejan con petardos, bengalas, cohetes y otros elementos que causan fuertes ruidos.
Quienes sufren son las personas con ciertas patologías que los vuelven especialmente sensibles al ruido, como algunos casos de autismo (TEA). Y, por supuesto, las mascotas que -muchas veces- pueden escapar asustadas y perderse, ya que también tienen un sentido del oído aguzado que los vuelve muy sensibles a los ruidos y explosiones fuertes y repentinas que perciben como una amenaza. Por eso todos los veterinarios suelen aconsejar tomar medidas en las fechas asociadas a estos festejos.
“La raza, la edad, las experiencias previas y el temperamento influyen en la respuesta de cada mascota”
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“Los estruendos y destellos de la pirotecnia provocan en las mascotas una liberación masiva de adrenalina y cortisol, hormonas del estrés. Esto puede generar taquicardia, respiración acelerada, temblores, salivación excesiva, intentos de escapar, e incluso conductas destructivas. En casos severos, puede llevar hasta a problemas cardíacos”, explicó la veterinaria Laura Espinosa Caixedo. Y aclaró que, si bien no todos tienen las mismas reacciones, estos ruidos pueden causar reflejada desde una reacción leve a un terror intenso. “La raza, la edad, las experiencias previas y el temperamento en cada caso, son factores que influyen en la respuesta de la mascota”.
Otro especialista, Santiago Gallo -director de la clínica veterinaria Burgess-, agregó: “sabemos que el impacto de los fuegos artificiales en los animales es muy serio. Los ruidos fuertes y repentinos, les generan una respuesta de pánico. Y esto provoca que su sistema nervioso se active, elevando la frecuencia cardíaca, respiración acelerada y un nivel de ansiedad tan alto que puede llevarlos a tener reacciones extremas: temblores, intento de escapar, o incluso lesiones al tratar de huir. Lamentablemente, este estrés constante también puede generar efectos a largo plazo, como trastornos de ansiedad”.
Las recomendaciones de los expertos sugieren.
* Identificar si la mascota tiene miedo a los ruidos fuertes y buscar ayuda profesional si es necesario.
* Crear un ambiente seguro y tranquilo en casa, con escondites donde el animal pueda sentirse protegido.
* Consultar sobre posibles tratamientos o medicamentos para reducir la ansiedad.
* Mantener a la mascota en un lugar seguro y tranquilo, lejos de las ventanas en el momento de máxima pirotecnia.
* No dejarla sola, acompañarla y ofrecerle confort.
* Evitar castigarla o regañarla por su reacción, ya que esto solo aumentará su miedo.