La fosa común del cementerio municipal vuelve a ser noticia. Casi 70 días después de las prospecciones con georradar que se llevaron a cabo por parte de la empresa Falcon High Tech para tratar de determinar las dimensiones exactas de este enclave, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, dio a conocer este viernes el informe de viabilidad emitido por el Comisionado para la Concordia de Andalucía «como fase previa a la exhumación e identificación de las víctimas de la represión franquista».
Acompañado por la concejala de Memoria Democrática, Soledad Raya, el primer edil elogió la «rigurosidad y detalle» del documento redactado por Inmaculada Carrasco Gómez, profesora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que determina las zonas de la fosa común donde podrían hallarse restos de hasta 70 personas represaliadas, procedentes de municipios como Montilla, Fernán Núñez, Castro del RíoDoña MencíaNueva Carteya y Santa Cruz.
Sin embargo, las grandes dimensiones de la fosa común y su uso continuado desde 1940 como espacio para depositar cadáveres sin sepultura propia –con una estimación que se situaría entre los 2.000 y los 3.000 cuerpos–, obligan al Consistorio a realizar unas catas arqueológicas que ayuden a confirmar los datos obtenidos en las pruebas por georradar que se llevaron a cabo bajo la dirección técnica de Luis Avial Bell.
En ese sentido, Rafael Llamas confirmó este viernes que será el propio Consistorio el que asuma el coste de estas prospecciones en la fosa común con fondos propios, al objeto de «ayudar así a completar los trabajos previos al gran proyecto de exhumación e identificación de las víctimas», para cuya realización, «dada la extraordinaria cuantía y complejidad de los trabajos», se recurrirá a la financiación del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.
A partir de ahora, el Ayuntamiento de Montilla afronta «en el menor plazo posible» la contratación de estas catas arqueológicas a cargo de empresas especializadas porque, como apuntó Llamas, «nuestro compromiso con las familias y con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa), involucrada desde el principio con este proyecto, es culminar cuanto antes el proceso de exhumación e identificación» y que, de este modo, «la memoria de estas personas sea reparada y puedan recibir una sepultura digna».
El informe de viabilidad recibido por el Ayuntamiento de Montilla aporta, además de los datos físicos de la fosa común del cementerio, el nombre de las personas represaliadas.