Un hombre de 51 años quedó detenido este sábado después de atacar autos y amenazar con un cuchillo en Palermo. El agresor, al que la Policía de la Ciudad redujo con una pistola Taser, está imputado por «atentado y resistencia a la autoridad».
El episodio ocurrió en una recorrida preventiva de una oficial de la Comisaría Vecinal 14 C. Al llegar a avenida Del Libertador e Iraola a bordo de su cuatriciclo, la mujer vio a un hombre golpeando autos estacionados en ese lugar.
La agente se acercó para controlar al hombre, pero él se puso más violento al verla: sacó un cuchillo de cocina y comenzó a amenazarla.
Efectivos de Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR) de la Policía de la Ciudad arribaron a la zona e interceptaron al hombre en el paseo Infanta Isabel y Pedro Montt. Allí le solicitaron que depusiera su actitud violenta.
Detuvieron a un hombre que golpeaba autos y amenazaba con un cuchillo. Lo redujeron con una Taser.«Agotaron las instancias», señalaron desde la fuerza de seguridad porteña. Por lo tanto, uno de los efectivos sacó una pistola de baja letalidad y le disparó. El momento quedó grabado en video por una cámara del tipo GoPro que portaba el agente que utilizó la Taser.
Personal del SAME llegó al lugar para atender al hombre y hacerle un control clínico. La Unidad de Flagrancia Norte, a cargo de Emanuel Fermoselle, ordenó la detención del imputado por atentado y resistencia a la autoridad, el secuestro del cuchillo y también de la pistola Taser para ser peritada por la Policía Científica.
Detuvieron a un hombre que golpeaba autos y amenazaba con un cuchillo. Lo redujeron con una Taser.«La Policía de la Ciudad utilizó una Taser para detener a un hombre armado en Palermo. Este mismo hecho, en otra época, podría haber terminado con una persona sin vida. Gracias a este arma de baja letalidad, garantizamos una intervención rápida y segura. Para nosotros la única discusión siempre fue más seguridad y más prevención», dijo Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño.
En tanto, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, remarcó que «las armas de baja letalidad sirven para detener delincuentes y violentos. Pero también para proteger la vida de los vecinos, del policía y del propio agresor».